Acción Nacional se opone al cierre definitivo de tan bello sitio
Por: Blas A. Buendía
Al aplicar una cita del célebre Benjamín Franklin: “La ociosidad camina con tanta lentitud que todos los vicios la alcanzan”, los temas recurrentes de la capital de la República “obligan” a los actores políticos a discernir de situaciones que ni siquiera deberían de existir, que solo se montan en las plataformas para construir edificios de confusión y vanas acusaciones, cuando la Ciudad de México tiene múltiples problemas prioritarios por atender.
Desde el “animalicidio” que se cometió con el gorila Bantú –cuyos hechos pareciera que van a quedar en la completa impunidad-, trajo consigo una serie de polémicas que hasta la fecha no han concluido.
Los partidos políticos, como el de Acción Nacional en la Gran Ciudad, ahora busca colgarse de ese pandero para hacerse notar de “estar pendiente” de todo lo que le aqueja a la urbe, sean temas mediáticos o no.
La consulta popular que inició el PAN capitalino, fue para conocer los aspectos a fin de atender el Bosque de Chapultepec, que por cierto, la misma Ley de Servidores Públicos, establece códigos de ética y los protocolos en que tiene que ceñirse cada uno de ellos conforme a sus responsabilidades.
Lógicamente que se puede interpretar que ese tipo de referéndums no dejan de ser ociosos, más sin embargo, la crisis sobre el Bosque de Chapultepec ha permitido que algunas fuerzas políticas emprendan diversas acciones.
Subrepticiamente y ante el deterioro del Bosque de Chapultepec, el Partido Acción Nacional en la Ciudad de México, inició una Consulta con los ciudadanos para conocer su opinión sobre las mejoras que deben realizarse en este espacio al que calificó como una “joya ambiental” y turística de la ciudad, un bellísimo sitio.
Mauricio Tabe Echartea, presidente de este instituto político, señaló que el gobierno local ha abandonado el Bosque, por lo que se busca conocer las prioridades a atender.
La crisis que enfrenta el gobierno local en este tema y las amenazas del cierre del Zoológico de Chapultepec, llevaron a Acción Nacional a tomar la iniciativa para conocer la situación del Bosque y detectar las irregularidades que presenta este espacio turístico-recreativo.
“Descubrimos que hay varias irregularidades, que hay abandono, que hay negligencia por parte del gobierno y por parte de la Secretaría de Medio Ambiente, y es cuando decidimos que había que salir a defender esta zona”, enfatizó.
La campaña #NuestroBosque y la Consulta, que encabezará Rodrigo Miranda Miranda, secretario de Acción Juvenil del PANCDMX, se realizará todos los domingos de agosto para que en septiembre se entregue al Jefe de Gobierno el resultado y se atiendan las inquietudes ciudadanas.
“Como usuarios del Bosque, como ciudadanos, tenemos el derecho de exigir que este espacio pueda estar mejor”, señaló por lo que dejó en claro que Acción Nacional se opone al cierre definitivo del Zoológico de Chapultepec y éste debe permanecer abierto, y en todo caso, de darse cierres parciales tienen que ser para instrumentar acciones de rescate y funcione en condiciones adecuadas.
“El Zoológico se tiene que mantener como un área de esparcimiento, como un área de aprendizaje, como un área de conocimiento de las familias;(…) por ningún motivo el gobierno de la ciudad debe claudicar en la mejora de esta zona”, dijo.
Mauricio Tabe no dejo de utilizar su dedo flamígero, al subrayar que el gobierno ha hecho poco para mejorar el Bosque y es evidente el deterioro, la falta de botes de basura y de mantenimiento, por lo que debe cumplir las acciones establecidas en el Programa Ambiental 2006.
En este sentido, el dirigente panista tiene mucha razón porque desde que llegó el PRD a convertirse en gobierno, se detectó una transformación que en lugar de beneficiar, se convirtió en una esfera de engaños.
Es decir, las tapas de miles de atarjeas y depósitos de basura, desaparecieron por arte de magia no tan solo en calles y avenidas de la metrópoli, sino al interior del Sistema de Transporte Colectivo, donde nítidamente al carecerse de estos, el Metro de la Ciudad de México se ha cristianizado en un gran basurero tanto en los convoyes, en pasillos y estaciones del STC, lo que turísticamente habla muy mal del gobierno “perredista” que ha pregonado “bienestar para las familias” pero que siempre hace todo al revés.